
Por: Lic. Arturo Ugalde García (*)
Es innegable que la magia y las creencias siempre han sido vinculantes y parte de las montas taurinas desde tiempos coloniales. El cantón de Esparza no ha sido la excepción. Hemos entrevistado a varios coterráneos, todos mayores de 75 años, quienes trabajaron en actividades afines a este arte/deporte y nos han narrado que, entre esas creencias, están las que a continuación compartiremos con Ustedes:
- Desprender tres pelos de la cola del rabo del toro a montar, hacerles un nudo, y usarlos durante la monta guardados en la bolsa izquierda trasera del pantalón. De acuerdo con la tradición mágica de los entrevistados, los pelos arrancados de la punta del rabo del toro restan fuerza al animal.
- Atrapar un mono carablanca (cebus capucinus), cortarle la punta del rabo, ponerlo a secar y cuidar al mono hasta que le sane el rabo y, luego, soltarlo. La punta del rabo del mono, solía utilizarse guardado dentro de la esquina de un pañuelo rojo, sujetado con un nudo y usado también en la bolsa trasera izquierda del pantalón, y en el preciso momento de la monta. Esta práctica -según manifestaron los montadores de antaño- ayuda al montador a sujetarse para que el toro no lo bote.
La moraleja es que nunca hemos visto un mono caerse al suelo, cuando se sujeta de la punta del rabo.
En una próxima publicación continuaremos con la segunda parte de esta cápsula de Historia Tradicional.
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CRÉDITOS
(*) Lic. Arturo Ugalde García, nativo de Esparza, Puntarenas; Educador, Historiador Académico Graduado de la Universidad de Costa Rica (UCR), Abogado y Notario Público.
Imagen: Cortesía de Isaac Carvajal Suárez.