Cosas de Garroberos: LA HERENCIA (Cuento

Cosas de Garroberos

Por: Dionisio Carvajal Gätgens (*)

Cuando el invierno se acaba, el verano entra pegando latigazos en los caminos de mi pueblo. La tierra gime y se agrieta; después, suda el polvo de calor.

Cualquier lugareño sabía a ciencia cierta, cuando se encontraba con la marca en trozos de una llanta de automóvil, que por ese trillo o camino había pasado Casimiro Ramírez.

Siempre usó coyundas: para sus caites, para su faja y –decía la gente- para sostener la bolsa de cuero que, dentro de la bombacha de sus pantalones, contenía la fortuna de una fabulosa herencia.

Casimiro hacía todos los días lo mismo…

Se levantaba con el alba y subía al pueblo por los sinuosos y escarpados caminillos de las agrestes colinas que sirven de cauce al río Barranca. Al anochecer, regresaba a su rancho pajizo a buscar la hamaca para descansar el cuerpo y aplastar su soledad.

Ni el zaguate ladró cuando Luisillo y Pío le dieron con el tubo por la cabeza. La razón se la explicaron al Juez cuando declararon:

-“Nunca creímos que el bombacho fuera una hernia”.

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(*) Dionisio Carvajal Gätgens,  es funcionario bancario jubilado, Escritor, nativo y residente de Esparza.

Bibliografía

Carvajal Gätgens, Dionisio. “Cosas de Garroberos”. Editado bajo el patrocinio del Banco de Costa Rica. San José, 25/noviembre/1982. Pág. 5.

Ilustración: Hugo Díaz.

Cuento publicado con permiso del autor, en el Blog “Esparza Mía…”, del Folclorista y Gestor Sociocultural Marco Fco. Soto Ramírez, el 24 de marzo de 2013.

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