
Anochecida
Por: Francisco Zúñiga Díaz (*)
La luna llena. Al fondo, la colina
que se semeja un lagarto al reposar.
El agua se hace espejo y al copiar
en la ola la luna, se argentina.
Una palmera al viento es bailarina;
juega quietud la playa al refrenar
a un oleaje tranquilo y remedar
una extensión de noche tibia y fina.
La luna, aún naciendo, se empecina
y al rebalsar su luz se indisciplina
y abre ruta de paso al caminar.
La noche, mientras tanto, se ilumina
y la brisa es esencia que combina
un paisaje de aroma, arena y mar.
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(*) Soneto del autor Francisco Zúñiga Díaz (Chico), de su libro “Geografía Sencilla”, Editorial Costa Rica, 1980.
Recopilación: Marco Fco. Soto Ramírez, Gestor Sociocultural y Director del Proyecto de Investigación, Rescate y Difusión Sociocultural ESPARZA MÍA.