Por: Marco Fco. Soto Ramírez (*)
Doña Dalila Arce Salas, encantadora matrona de extraordinaria laboriosidad y hospitalaria solidaridad, desde hace 63 años reside en Esparza. Nació el 14 de octubre de 1938, en el Alto Villegas de San Ramón, Alajuela, comunidad que se ubica muy cerca de Volio, camino a Zarcero; en un tiempo de grandes dificultades económicas, según nos cuenta, cuando, prácticamente, lo que existía era una trocha en medio de la montaña. Fue la segunda hija de una familia compuesta por nueve hermanos, fundada por don Vicente Arce y doña Clemencia Salas.
Una historia de verdadero amor
Doña Lila conoció a su gran amor, don Juan José Araya Picado, más conocido como “Chepe”, constructor de oficio; un joven admirable, de afable carácter, y apreciado grandemente por quienes le conocían. Don Chepe Araya, había nacido en el caserío de San Pedro, San Ramón, el 15 de agosto de 1940, hijo de don Jesús Araya y doña Erminda Picado.
Resulta necesario destacar que el amor de Chepe era tan grande, que no escatimó las muestras de aprecio, respeto y admiración para su amada Lila, quien había perdido a sus padres hacía poco tiempo, dejando a la menor de sus ocho hermanos con dos años de edad. De tal manera, consciente de las grandes penurias que aquella hacendosa muchacha y su familia estaban sufriendo, con la mano en su corazón, le propuso matrimonio y hacerse cargo de sus hermanitos huérfanos, quienes, al crecer, fueron dejando aquel nido de amor, para forjar su propio destino, con las fuertes bases morales y espirituales recibidas de sus padres, y de esta maravillosa pareja, sin dejar de visitarles a menudo, con enorme gratitud en sus corazones.
El inicio de una nueva vida
La Parroquia de San Ramón fue testigo de aquella linda y feliz unión matrimonial, el 19 de marzo de 1960, a las 6 a.m., día en que se celebraba la festividad de San José, Patrono de los Obreros.
Él y doña Lila procrearon cinco hijos: Yamileth, Luis Alberto, Francisco, Marvin y Ligia. Durante los primeros 5 años, vivieron en San Pedro de San Ramón.
Ya había nacido Yamileth, cuando se vinieron a vivir a Esparza, el 25 de julio de 1962, al costado norte de la plaza de deportes. Un año y medio después, se trasladaron al Barrio El Tejar, donde residieron durante un tiempo. Y en 1970, se trasladaron a Marañonal, donde Chepe Araya y su hermano Alfredo, abrieron una Fábrica de Carretas para bueyes, donde además, hacían los yugos.
Posteriormente, idearon transformar su proyecto, dedicándose a la construcción de carrocerías de madera para vehículos de carga liviana (pick-up), hasta camiones pesados (ganaderos). Así nació una empresa pionera: «El Taller de Carrocerías Hermanos Araya», que estuvo ubicado frente a la carretera interamericana, en Marañonal de Esparza.
Chepe Araya era un hombre laborioso, servicial, de muy buen carácter. Era asiduo asistente de las fiestas patronales, donde era el primero en llegar a las corridas de toros.
Aquel hombre trabajador, de corazón bondadoso, fiel y amoroso esposo y padre, leal y servicial amigo, luego de 34 años de vida matrimonial, falleció el 07 de agosto de 1994, dejando recuerdos imborrables en la memoria y corazón de doña Lila, sus hijos y demás seres queridos.
Las devociones de doña Lila
Doña Lila, es ferviente devota del Santo Rosario, mantiene viva su tradición y fe por San José, Patrono de su feliz matrimonio. Cada víspera del dos de agosto, día de Nuestra Señora de Los Ángeles, Patrona de Costa Rica, desde hace varios años, espera y atiende a un numeroso grupo de romeros de Santa Cruz, Guanacaste, que cada año se dirige hacia la Basílica de Los Ángeles, en Cartago. Así, también, anualmente, realiza un pomposo Rosario en honor del Divino Niño Jesús.
Capítulo exclusivo merece su devoción por las Ánimas, a quienes ofrece un rosario todos los días, especialmente, los lunes, para que se aligere su paso por el Purgatorio. Los viernes, se los dedica al Arcángel San Rafael, Médico del Cielo.
Su gran Pasión: Compartir con el Prójimo
Doña Lila es una excelente anfitriona en las actividades sociales y familiares que realiza. Quien esto escribe, recuerda cuando una de sus nietas, Yerling Solano Araya, hija de Ligia, hizo su Primera Comunión, el almuerzo que ofrecieron estuvo muy copioso en cuanto a los manjares que ofreció, así como lo concurrido por gran cantidad de familiares y amigos invitados para compartir el regocijo de su logro.
Las recomendaciones de doña Lila
Pensando en las actuales y venideras generaciones, doña Lila, al pedírsele unos consejos no dudó en decirnos lo siguiente:
“Les recomiendo depositar ciegamente su fe en Dios; así también otorgarle confianza a su pareja, sin condiciones. Saber que uno es para el otro y nada más. Hagan oración a Dios y a la Virgen para que bendigan la unión de sus familias”.
Mientras “chorreaba” el café, en la cocina de su hogar, dejamos a doña Lila Arce Salas, sonriente, incansable y ejemplarizante matrona esparzana, dándole gracias al Altísimo por haberle concedido compartir un almuerzo más, una especial actividad familiar, en la grata compañía de sus parientes y amigos. En su corazón guarda tantísimos recuerdos y una enorme gratitud por todas las bendiciones que Dios le ha otorgado en su Vida.
– Martes 16 de diciembre de 2014.
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(*) Autor: Marco Fco. Soto Ramírez, Gestor Sociocultural, Director del Proyecto de Investigación, Rescate y Difusión Sociocultural «ESPARZA MÍA…»
IMÁGENES: Colección de Marco Fco. Soto Ramírez.
Fotografía matrimonial: Cortesía de la Familia Araya Arce. Restauración: Marco Fco. Soto Ramírez.
E-mail: culturapopularesparza@gmail.com
Muy bonita reseña ..